Desde niña, he sentido una conexión profunda con la naturaleza. Con curiosidad, exploraba diversas plantas, me interesaba por los hongos y las hierbas, y los paseos por el bosque eran tan naturales para mí como respirar.
Me encantaba caminar descalza, nadar en lagos y ríos, conectarme con la tierra y absorber energía directamente de ella. La alimentación saludable y ecológica siempre ha sido importante para mí. Durante muchos años, he evitado los productos cárnicos (consumiendo pescado ocasionalmente) para cuidar tanto mi cuerpo como nuestro planeta.

Vivir una vida saludable, activa y en armonía con la naturaleza se ha convertido en mi realidad diaria: hago ejercicio, voy al gimnasio, paso mucho tiempo al aire libre, tomo suplementos con conciencia y presto atención al movimiento y la recuperación.

He completado un curso de fitness y bienestar, asistido a talleres de hipnosis y participado en clases de fitoterapia en Crailsheim. A partir de octubre, comenzaré un nuevo proyecto: formación en estudios herbales para profundizar mis conocimientos y compartirlos mejor con los demás.

Quiero inspirar a otros a adoptar un estilo de vida saludable y mostrar que la naturaleza nos brinda todo lo que necesitamos — a menudo gratis, durante un paseo común. Mi sueño es que todos puedan beneficiarse de la abundancia de la naturaleza.

En el futuro, planeo organizar cursos bajo el nombre “Proyecto Planta,” combinando deporte, meditación, fitoterapia, así como humor y ligereza (porque, ¿qué es el ocio sin risas?) — algo para el cuerpo, el alma y los sentidos.
Aprenderemos a conectar mejor con nosotros mismos, descubrir qué nos puede dar la naturaleza y su energía, e integrar esa sensación natural de bienestar en la vida diaria para manejar el estrés de manera más eficaz.

Creo firmemente que las cosas más valiosas están justo frente a nosotros — en el bosque, en el prado, en nuestra respiración y en el movimiento que nutre tanto el cuerpo como la mente.